
Empezando en la magia. Como generar interés.
Estas interesado en aprender magia, quieres dar el paso de apuntarte a una escuela de magia y estudiar magia, lo haces, aprender tu primer juego de magia, algo sencillo, pero no ves el momento de hacerlo y lo metes a destiempo, a ultimo momento, y muchos no entienden si estas de broma, si has visto un truco en internet y quieres quedarte con ellos.
Esto suele pasar cuando estas empezando a aprender magia. La clave es, como viene explicado en el libro “Magia y presentación” de Henning Nelms (“El Nelms” en el argot mágico) saber captar la atención.
Puedes toparte con un tremendo <No!> o con poco interés de tus amigos o familiares. Aquí paso a describirte un par de técnicas para poder captar la atención y un ejemplo un poco más descriptivo de cómo lo hace uno de los grandes magos de nuestra época.
Cursos de diferentes niveles.
En “The Magic Factory”, como vamos por niveles, las primeras clases de iniciación a la magia comenzamos haciendo juegos que técnicamente no son complicados, pero aún siendo sencillos de técnica, son muy potentes en esencia.
Se me viene a la cabeza uno de los primeros juegos que aprendi en la escuela de magia, se llama “El año del amor”. No voy a destripar el juego porque sería tirar piedras sobre el tejado de mis padres. Pero si puedo contar de qué se trata, e intentar que se entienda como poder captar la atención, sin obligar a nadie a ver un juego e intentar que ellos lo pidan.
J. El año del amor.
“El año del amor” puede resumirse en que puedes adivinar el futuro de un espectador. Después de varias pruebas, puedes saber cómo le va a ir el año, en lo que amores se refiere, o puedes variarlo según los palos de la baraja que más te apetezcan. Picas: Salud, diamantes: dinero, tréboles: suerte… lo que quiera el mago básicamente.
En el “Nelms” se comenta que como quien no quiere la cosa en una charla distendida puede sacarse el tema de la gente que echa las cartas, si creen o no en los astros, puedes preguntar si creen en el destino o en el libre albedrío. Todos esos temas generan controversia y dan mucho juego a la hora de debatir sobre ellos.
Slydini.
Slydini, uno de los grandes magos de la época, sacaba un monedero pequeño con un cierre metálico (como el que llevaban las abuelas). Quitaba la bolsa y solo dejaba el marco metálico (el cierre del monedero).
Sin llamar la atención de los que estaban con él, metía la mano y sacaba, aparentemente de la nada, un cigarro y lo entregaba a un fumador. Claramente hay que entender y comprender el entorno en el que nos encontramos. Le daremos un cigarro a un fumador, no a un niño, y haremos aparecer un bocadillo en el recreo del colegio, no en un restaurante.