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Ideas útiles para reforzar y fortalecer tus equipos de trabajo

Los equipos de trabajo formados por bandos separados no son equipos y no harán gran cosa por tu empresa. Así pues, resulta que la unión en el interior de tus grupos no sólo es cuestión de convivencia, sino también de resultados y de progreso. Pero no entres en pánico si tus operaciones están siendo víctimas de fracturas dentro de los grupos de que la ejecutan, porque aplicando las siguientes estrategias, terminarán convertidos en auténticas familias.

Involucración y división del trabajo

Recuérdales que todos, incluyéndote, forman una fuerza capaz de conquistar cualquier meta que se propongan, sin embargo, para ello es preciso que se coordinen y que reconozcan que dicho ejercicio de coordinación tiene un gran valor práctico.

La división del trabajo asegura que todos tengan espacio para trabajar con calma sin saturarse, lo cual es una garantía para al calidad del trabajo final, así que es que es bueno que nadie pierda esto vista. Recuérdales que mientras mantengan una buena actitud y se encarguen de lo que corresponde, las cargas de trabajo serán más llevaderas, además que el ambiente se mantendrá siempre agradable y cargado de buena energía.

Actitud positiva. Refuerzo y gestión emocional

Las diferencias son uno de los factores que más fricción puede causar entre los equipos de trabajo. El descontento y el malestar que genera la fricción activa las actitudes que rompen con el compañerismo y el sentido de unión. Para aliviar los puntos álgidos en esta situación, hazles hincapié en que la diversidad de opiniones es lo que da chispa al equipo y lo que ha garantizado buenos resultados hasta ahora. Si dicha declaración permanece a la vista todo el tiempo, poco a poco, los miembros de tus equipos comenzarán a abrazar sus diferencias y a aprovecharlas para crear conceptos más redondos.

Trabajar bajo presión. Guiar con el ejemplo.

Trabajar bajo presión no implica hacer que tus empleados se desgasten, sino más bien procurar que estén conscientes de que durante las jornadas de trabajo surgen eventualidades que deben resolverse en el momento.

Para liderar equipos de trabajo primero hay que liderarse a uno mismo. Sin esta premisa de liderazgo personal tus empleados o compañeros subordinados no tendrán confianza.

En vez de convertirte en un tirano con látigo en mano, muéstrate dispuesto a ayudarles siempre que sea posible y dales herramientas útiles para solucionar los problemas súbitos. Esta medida, junto con recursos auxiliares como la conferencia: “Cuestión de actitud: Equipos eficaces” que ofrece The Magic Factory, garantizará que los miembros de tus equipos de trabajo se sientan apreciados, que hagan lo posible por corresponder la buena disposición de los demás y que descubran que el trabajo nunca será tan duro si se tiene la actitud correcta. Verás cómo cambian lo humores de todos, mejoran las relaciones y tus proyectos adquieren la vida que les hacia falta.